La corrupción está dentro de todos nosotros. La corrupción es sintética y cuando el sistema entra en  crisis, rápidamente, buscamos el sentido y la esperanza. Una esperanza que sea indolora  y a ser posible sin riesgo ni pérdida. Este último año político de España es un bonito ejemplo de esto. Como se cuenta aquí en la revista 
CTXT.
 
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