Tras la fanfarria de los sintomas y los sindromes. Bajo la feria del trastorno limite de personalidad y de la anorexia-bulimia, y, sepultada entre los ingresos hospitalarios, la eterna histeria por fin asoma la cabeza, y como no, portando la bandera de la insatisfacción.
Por fin se puede hablar. Hoy una persona, antes usuaria, ha comenzado a decir que no soporta estar sola y que quiere cambiar eso. Atrás queda el ruido y la nosografía.
El psicoanálsis empieza cuando las personas dejan de yollear y permiten que el sujeto empiece hablar y a no saber lo que dice.
Obsolescencia programada y medio ambiente
Hace 1 día
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