En navidad siempre me acuerdo de una anécdota de consulta. Disimularé los personajes y los objetos pero la esencia de la historia es la misma. Andaba yo peleando con dos hermanos politoxicómanos y tras meses de dimes y diretes, subidas y bajadas, consumos y abstinencias, por fin ambos parecían acariciar una especie de estabilidad sintomática. Pongamos que en navidad, en las fiestas del consumo, ellos optaron por abdicar levemente de sus otros consumos. Hasta el punto que llevaban tres meses sin tomar alcohol, circunstancia que en los últimos años, había sido el gran caballo de batalla. La madre, madre de politoxicomano, desesperada e hiperexpresiva en sus dichos y actos, vivió como un gran alivio este pequeño descanso en su habitual montaña rusa emocional. Tanto que se plantó en la consulta con una botella de Cognac mal envuelta y con un montón de besos y abrazos. El que suscribe intentó rechazar el regalo, poco convencido como estaba del porvenir salutífero de la familia. Pero a veces las madres de los toxicómanos representan fielmente algo de lo incoercible de sus hijos. Así que finalmente lo acepté y me fuí a mi casa con una mezcla de sentimentos. Como un compost de pesadumbre e infatuación (en estos tiempos no se regala tan a menudo a los médicos y menos a los psiquiatras). Di cuenta de mi proeza ante mis allegados y abrí la botella que curiosamente estaba por la mitad. Evidentemente nunca dije nada. Los pacientes siguieron "bien" durante bastante tiempo. Uno de ellos sigue bien a día de hoy. Pero siempre me pareció un mensaje muy clarito por su parte y un detalle a tener en cuenta a la hora de creerse que "tu has sido él que".
Jony, me ha encantado leer tu Blog. Espero que sigas contandonos tus anecdotas y vivencias.
ResponderEliminarhttp://santiagogamundi.blogspot.com/
se nota que no eres de la HIPA... lástima de jack daniels, empero...
ResponderEliminarLo de la media botella a lo mejor también era un mensaje: botella medio llena vs botella medio vacia. El bien y el mal al 50%.
ResponderEliminarFeliz 2011.